ESPAÑA VIVE SU SEMANA DE PASIÓN

Decía Audrey Hepburn en la versión doblada al español de My Fair Lady que “la lluvia en Sevilla es una maravilla”, pero si hay un momento en el que los sevillanos no quieren que llueva en esta ciudad es esta semana, pues el domingo comenzó la festividad más esperada: la Semana Santa.

En Sevilla, como en muchas partes de España, se celebra la conmemoración cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret con emocionantes puestas en escena. En estos días se representan diferentes situaciones descritas en la Biblia sobre los últimos días que vivió Cristo. Esta fiesta tradicional comienza el Domingo de Ramos con la representación de la entrada de Cristo a Jerusalén y continúa toda la semana con diferentes escenas de sus últimos pasos en la Tierra. Algunas escenas que se pueden ver son: la última cena con sus discípulos, la traición de Judas, el arresto por los romanos, su juicio ante Poncio Pilatos, su camino al Monte Calvario o su crucifixión. Estas representaciones acaban el próximo domingo con su resurrección. Todas estas escenas son representadas a través de figuras de madera (llamadas Pasos) que saldrán en procesión por las calles de las ciudades y que siempre van acompañadas por la figura de una Virgen que expresa los diferentes estados o emociones que en esos momentos vive la madre de Cristo, así, junto al Paso de la Crucifixión aparecen la Virgen de la Soledad, o de los Dolores, y junto al Paso de Cristo Resucitado, la Virgen que lo acompaña es la de la Alegría o la Esperanza.

Pero las procesiones van también acompañadas por cientos de nazarenos que visten con túnicas y portan un capirote con las caras cubiertas para no ser reconocidos durante su penitencia. Esta es una vestimenta muy parecida a la que usa el Ku klux klan, por lo que muchos estadounidenses se han llevado más de un susto cuando visitan España en esta época del año. Sin embargo, las procesiones no quedan completas sin la banda de música que ponen banda sonora a este paseo por la ciudad y las ocasionales saetas, canciones a capella, que hacen pausar la procesión de vez en cuando.

Y como toda celebración en España siempre hay una gastronomía típica que acompaña a esos días . La tradición que se sigue en muchas casas españolas es evitar comer carne, especialmente el Jueves y el Viernes Santo, pues la carne roja representa el cuerpo de Cristo en la cruz, por lo que estos días se comen principalmente platos con pescado y verduras. Sin embargo, la Semana Santa es tiempo de dulces con postres típicos, muy variados dependiendo de la región, pero los más populares son las torrijas (rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo y frita en aceite de oliva), los pestiños (dulces de harina con naranja, canela y ajonjolí) y la Mona de Pascua (bizcocho con forma de corona con huevos cocidos que suelen pintarse de colores). Aunque el final más dulce lo viven las comunidades de Cataluña, Baleares, País Vasco y la Comunidad Valencia que acaban esta festividad un día más tarde que el resto de España, pues el lunes de Pentecostés también es fiesta en estas regiones.

Elena