LA CASA DE PAPEL, ÉXITO INTERNACIONAL

Antes cuando te preguntaban de dónde eras y decías español o española, siempre recibías respuestas muy similares como “¡Ah!, Barcelona” o “Madrid” o “Messi” o “la paella”, ahora te suelen decir: “¿española?, ¡ah! la Casa de Papel”. Pues, esta serie española, desde que la empezaron a emitir en Netflix, se ha convertido en un éxito internacional, especialmente en Francia, Italia, Brasil, Argentina y Turquía.

En España, sin embargo, tuvo un éxito discreto, y esto puede deberse a la forma de emisión, ya que se vio en la televisión abierta que normalmente tiene muchos cortes para la publicidad, lo que hace romper el ritmo de la acción. Esta serie trata sobre un grupo de personas que no se conocen entre sí pero se juntan para robar la Casa de la Moneda y Timbre de España, que es el lugar donde se fabrican los billetes. Cuenta casi en tiempo real el atraco, el secuestro y la respuesta de la policía a este hecho insólito por lo que la acción es frenética y pide la concentración del espectador a cada detalle. Por esta razón, no parece estar diseñada para verla en la televisión generalista con interrupciones, sino en video bajo demanda y de ahí su gran popularidad tras la entrada en Netflix.

Este éxito tan inesperado e internacional puede deberse, como analiza un artículo del periódico francés Le Monde, a que es una alegoría de la revolución. El mismo director de la serie afirma que “estos señores que atracan la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre tienen un componente casi antisistema que recoge un poco la decepción con los Gobiernos, los bancos centrales…, un hastío en el que estos robin hoods se convierten para muchos en estandarte de esta atmósfera de decepción.” Así ha conectado tan bien con países que sufren la crisis económica y cuyos espectadores esperan una revancha al poder económico, al menos en la ficción.

Este grupo de atracadores como imagen de revolucionarios se refleja de forma clara en la canción que cantan sus protagonistas como oda a esa hazaña que van a comenzar: la canción italiana Bella Ciao. Esta canción se convirtió en la Segunda Guerra Mundial en un himno partisano para la resistencia al fascismo y a todas las formas de opresión.

Esta idea de que la serie es una alegoría de la revolución ha llegado también a la política turca donde algunos partidarios de Erdogan han comentado en redes sociales que esta serie es un símbolo de rebeldía muy peligroso y algunos creen que está llena de mensajes subliminales que tratan de incitar a los jóvenes turcos  un “segundo Gezi”, la revuelta que en 2013 puso contra las cuerdas al Gobierno de Erdogan.

Revolucionaria o no, esta serie ha alcanzado los puestos más altos de las ficciones que se ven en este momento y es comentada por mucha gente, desde estudiantes de español en Vamos hasta famosos como el futbolista Neymar o el cantante Romeo Santos.

Elena