Turbulencias políticas en España
El presidente del gobierno español Pedro Sánchez se ha visto obligado a convocar elecciones generales anticipadas para el 28 de abril tras perder el apoyo de los independentistas catalanes al proyecto de presupuestos del Gobierno para 2019. Desde el regreso de la democracia española en 1975, esta es solo la segunda vez que un proyecto de Presupuestos Generales del Estado es tumbado en el Congreso.
Estas serán las terceras elecciones generales en menos de cuatro años, y solo han pasado ocho meses desde que Sánchez asumió el cargo de Presidente del Gobierno tras ganar una moción de censura contra el Partido Popular conservador (PP). El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Sánchez, cuenta actualmente con solo 84 de los 350 escaños en el Congreso. Según las últimas encuestas, es poco probable que un solo partido gane una mayoría clara en las próximas elecciones, pero se espera que los partidos conservadores y de extrema derecha obtengan buenos resultados.
La crisis independentista catalana sigue latente, y los diputados independentistas catalanes rechazaron el proyecto de presupuestos después de que el gobierno se negara a discutir el derecho de Cataluña a la autodeterminación. Las tensiones han aumentado desde que comenzó el juicio a 12 líderes separatistas y activistas catalanes hace dos semanas. Se les acusa de rebelión y sedición por el referéndum y la declaración ilegal de independencia de 2017. Si son declarados culpables, algunos de los líderes se podrían enfrentar a penas de hasta 25 años de prisión.
Hablando en el juicio, el acusado clave y ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras rechazó las afirmaciones de que se ejerció la violencia en el camino hacia la declaración de independencia. “Nadie puede tener duda alguna sobre el hecho de que siempre hemos rechazado la violencia”, dijo en su declaración. El sábado, 16 de febrero, unos 200.000 manifestantes marcharon en Barcelona contra el juicio. La marcha fue liderada por una línea de manifestantes que sostenía una larga pancarta que decía, en catalán, “La autodeterminación no es un crimen”.
Political turbulence in Spain
Spain’s Prime Minister Pedro Sánchez has been forced to call a snap general election for 28 April after Catalan secessionists withdrew their support for the socialist government’s national budget last week. Since the return of Spanish democracy in 1975, it is only the second time that a government’s budget bill has been defeated in parliament.
This will be the country’s third general election in less than four years, and it is just eight months since Sánchez took office by seizing power from the conservative People’s Party (PP) in a confidence vote. Sánchez’s Spanish Socialist Workers’ Party (PSOE) currently holds just 84 of the 350 seats in Congress. Opinion polls suggest that no single party is likely to win a clear majority, but the conservative and far-right parties are expected to do well.
The Catalan independence crisis is still simmering, and Catalan separatist MPs rejected Sánchez’s budget bill after the government refused to discuss Catalonia’s right to self-determination. Tensions have been on the rise since the trial of 12 Catalan separatist leaders and activists began two weeks ago. They are accused of rebellion and sedition over their unrecognised independence referendum in 2017. If convicted, some of the leaders could face up to 25 years in prison.
Speaking at the trial, key defendant and former Catalan vice-president Oriol Junqueras rejected claims that violence was used leading up to the declaration of independence. “No-one could have the least doubt that we reject violence,” he told the court. On Saturday, 16th of February, around 200,000 protesters marched in Barcelona against the trial. The march was led by a line of protesters holding a long banner that read, in Catalan, “Self-determination is not a crime”.